Historia de los instrumentos musicales
Un instrumento musical es un objeto compuesto por la combinación de uno o más sistemas resonantes y medios para su vibración, construido con el fin de producir sonido en uno o más tonos que puedan ser combinados por un intérprete para producir música. Al final, cualquier cosa que produzca sonido armónico puede servir de instrumento musical, pero la expresión se reserva, generalmente, a aquellos objetos que tienen ese propósito específico.
Su origen
El origen de la música y los instrumentos musicales asociados a ella ha de remontarse a varios milenios. En las cuevas del sur de Francia se han encontrado una especie de flautas de hueso asociadas a nuestros parientes neandertales con la friolera de 40.000 a 60.000 años de antigüedad. Todos recordamos las imágenes de las danzas rituales que nuestros ancestros más lejanos dejaron pintadas en las cuevas prehistóricas, pero, ¿utilizaban ya instrumentos musicales? Yo quiero pensar que sí, igual que un niño pequeño en seguida se pone a aporrear un cubo de metal, lo mismo debieron de hacer nuestros pre-músicos con cualquier instrumento que les regalara la naturaleza para pasar el rato entre caza y caza.
En todo caso, sí que conservamos flautas 100% fiables originarias de China con 9.000 años de antigüedad, así como liras y arpas con más de 4.500 años descubiertas en la mítica ciudad de Ur, en Mesopotamia. Así que la historia musical viene de lejos y está íntimamente relacionada con las primeras civilizaciones.
Pero como
decíamos, según el profesor Fletcher la invención de los instrumentos musicales
tiene mucho que ver con el arte de la guerra, y es allí donde toda la poética
del asunto se nos va un poco al traste. Así, todos los instrumentos de cuerda,
como violines, violonchelos, contrabajos y guitarras, vendrían derivados del
arco y las flechas. Su forma y diseño así nos lo recuerdan, sólo tenemos que
pensar en el arpa, instrumento de la Grecia clásica por excelencia.
Del mismo
modo, la llegada de la Edad de Broce y el descubrimiento de los metales, abrió
a nuestros ancestros nuevos horizontes musicales: los sonidos metálicos y sus
tonalidades. Estos nuevos instrumentos surgieron precisamente del impacto entre
armas de bronce, o sea escudos y espadas, que al golpearse producían un sonido
que debió impactar a nuestros antepasados.
Así
surgieron las campanas, los gongs, el xilofón y nuevos instrumentos de viento
con formas diversas y nuevas tonalidades que añadir a las poesías de siempre.
Poesías adornadas con el sonido de la batalla, curioso e inquietante a partes
iguales.
El origen
de los instrumentos nos hace pensar en la condenada importancia que tiene la
guerra en el desarrollo de la humanidad. También la historia de la música está
salpicada por la violencia, algo que por muy extraño que pueda parecernos aún
sigue sucediendo. Me viene a la cabeza el gansta rap, ese nuevo estilo de hip
hop aparecido hace apenas un par de décadas y que tanto debe a la violencia
callejera. Quizás no hemos cambiado tanto con el paso de los milenios y
seguimos repitiendo los mismos parámetros sociales: la violencia nos hace
avanzar.
Pero
bueno, pensaremos mejor en positivo, digamos que el ser humano es capaz de
trasformar la violencia en música, las armas en instrumentos y el lenguaje en
poesía. Mejor, mucho mejor.
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