Tenemos
constancia documental de que las civilizaciones antiguas, fundamentalmente las
no occidentales, mostraron interés en la clasificación de sus instrumentos
musicales.
El sistema chino es el
más antiguo conocido, datando del IV milenio a.C. Considera que el origen de
los instrumentos es mítico, y los clasifica según el material resonante (metal,
piedra, piel, calabaza, bambú…).
En la India se
siguió un tratado antiguo que clasifica los instrumentos en címbalos (metal),
instrumentos de membrana, laúdes y flautas.
Clasificación tradicional de los instrumentos
Los
sistemas de clasificación occidentales anteriores al siglo XX dividían los
instrumentos en tres familias, cada una de las cuales se podía subdividir:
Instrumentos
de cuerda: aquellos en los que el sonido se produce gracias a la
vibración de las cuerdas. Puede ser frotada con un arco, pulsada o punteada con
los dedos o percutida mediante macillos.
Instrumentos
de viento: se trata de los instrumentos en los que el sonido es
producido gracias a la modulación del aire dentro de un tubo sonoro. Pueden
ser, a su vez, de viento metal o de viento madera, según el material del que se
conforman.
Instrumentos
de percusión: son los que producen sonido al ser golpeados. Este
sonido puede tener una altura determinada o indeterminada.
Recientemente
se ha añadido a este sistema la categoría de los electrófonos, con el auge de
la tecnología aplicada a la música.
Como se
constata, no existía un criterio homogéneo en esta forma de clasificar los
instrumentos, pues mientras a los instrumentos de cuerda se les supone un
principio de producción del sonido, en los demás se considera el método de
ejecución (soplando o percutiendo).
Este sistema
estuvo en vigor hasta comienzos del pasado siglo, cuando comenzaron a surgir
otras propuestas de clasificación.
La
clasificación convencional es la clasificación de los instrumentos musicales
por familias. Dentro de cada una de las familias podemos hacer otros subgrupos,
dependiendo del tipo de instrumento del que se trate.
Cuerda
Podemos ver la siguiente clasificación de los intrumentos de cuerda. Los instrumentos musicales de cuerda se pueden separar en tres subgrupos: instrumentos de cuerda frotada, instrumentos de cuerda punteada e instrumentos de cuerda golpeada.
A continuación se muestran algunos ejemplos:
·
Frotada
·
Violín
·
Viola
·
Violoncello
·
Contrabajo
·
Punteada
·
Arpa
·
Banjo
·
Bajo
·
Guitarra
·
Clavecín
·
Cítara
·
Golpeada
·
Piano
·
Clavicordio
·
Zimbalón
Viento
En la familia de instrumentos musicales de viento podemos hacer la siguiente clasificación:
Soplo
humano
Madera
Embocadura
Flauta
Flautín
Lengüeta
Doble
Contrafagot
Fagot
Oboe
Simple
Clarinete
Contrabajo
Saxo (alto,
bajo, tenor…)
Metal
Bombardino
Trompeta
Trombón
Tuba
Soplo
mecánico
Acordeón
Armonio
Órgano clásico
Percusión
En cuanto
a los instrumentos musicales de percusión podemos diferenciarlos en varios
grupos: sonidos determinado o sonido indeterminado. Los instrumentos de
percusión de sonido indeterminado se pueden clasificar en tres grupos de
membranas de metal o de madera.
·
Sonido determinado
·
Sonido intederminado
·
Madera
·
Castañuelas
·
Maracas
·
Claves
·
Güiro
·
Membranas
·
Tambor militar
·
Pandereta
·
Bombo
·
Metal
·
Cascabel
·
Triángulo
·
Sistro
·
Platillos
·
Electrónicos
Por
último tenemos los instrumentos electrónicos.
Clasificación según Sachs y Hornbostel
El sistema de Sachs-Hornbostel.
El sonido
se produce gracias a la vibración de un cuerpo, que origina una determinada
frecuencia en la onda sonora. Sabiendo esto, Victor Mahillon realizó en 1888
una propuesta de división de los instrumentos musicales en cuatro familias:
Autófonos:
el material produce sonido por sí mismo. Pueden ser de percusión, pinzamiento o
con lengüetas vibrantes.
Membranófonos:
se produce el sonido por medio de una piel o membrana, estableciéndose dos
subgrupos según si tienen entonación dada o no.
Cordófonos:
el sonido es producido por cuerdas, bien pulsadas o bien frotadas.
Aerófonos:
el aire es el productor de sonido, dividiéndose a su vez en los de lengüeta
simple, doble, con boquilla o con bisel.
A partir
de esta clasificación, Hornbostel y Sachs establecieron un sistema que
subdivide estos cuatro grupos atendiendo a planteamientos que permiten abarcar
todo el instrumental, y no solamente el europeo.
El
sistema de Hornbostel y Sachs parte de la existencia de cuatro clases:
idiófonos, membranófonos, cordófonos y aerófonos. A su vez, se dividen en
subclases, órdenes y subórdenes, en un sistema jerárquico (de lo más general a
lo particular), según el cual se van especificando cada vez más las
características de los instrumentos. Supone un sistema universal y abierto.
Las
subcategorías internas no parten de un mismo principio, sino que dependen de
las propiedades del grupo principal. Por ejemplo, los aerófonos se dividen en
dos categorías, según la columna de aire esté o no limitada por el instrumento,
mientras que los membranófonos lo hacen en relación con la forma del
instrumento. Partiendo de estos principios, Hornbostel y Sachs crearon una
serie de tablas sistemáticas en las que representan la clasificación del
instrumental. En la primera aparecen los números correspondientes al
instrumento, en la segunda una definición que ayuda a situarlos y, en la
tercera, o bien un ejemplo aclaratorio o la zona del mundo donde se puede
encontrar (entre otras) dicho instrumento.
El sistema cuanta con más de 300 categorías con una especificación creciente, proporcional a la cantidad de cifras.
Las categorías principales son las siguientes:
Idiófonos:
el sonido se produce por la vibración del propio cuerpo del instrumento. Es el
caso de numerosos instrumentos de percusión.
1.1
Idiófonos punteados
1.2
Idiófonos por fricción
1.3
Idiófonos soplados
Membranófonos:
el sonido es originado por la vibración de una membrana, como sucede en los
tambores.
2.1
Tambores golpeados
2.2
Tambores punteados
2.3
Tambores friccionados
2.4
Membranas resonantes
Cordófonos:
producen el sonido por la vibración de una o más cuerdas, por lo que incluye a
los instrumentos tradicionalmente conocidos como “de cuerda percutida”
3.1
Cordófonos simples (cuerdas sobre un soporte tensor)
3.2
Cordófonos compuestos (la caja de resonancia está integrada)
Aerófonos:
el sonido se origina por la vibración del aire en el cuerpo del propio
instrumento, pero no porque vibren membranas, cuerdas u otros elementos.
4.1
Aerófonos libres
4.2
Instrumentos de soplo
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